domingo, 6 de marzo de 2011

Tres cortes al corazón

19/08/2008

Hoy 19, mi número de la suerte,
tú solías decirlo.
03, tu número de la suerte.
03, el día en que te conocí.
03, los años que me llevas.
03 cortes al corazón,
03 cortes que dejaron al descubierto absolutamente todo
03 cortes en un corazón de vaca.
Un corazón que me hizo acordar al mío,
el corazón era grande,
se veía imponente
y sin embargo fue tan fácil dañarlo.
Si esos 03 cortes se los hubieran hecho a mi corazón,
no sé si hubiera importado.
Una cicatriz más,una menos
ya me da igual.
Te entregué mi corazón,
lo puse en tus manos,
así como ese corazón llegó a las mías.
Pero te equivocaste de guantes
porque desde que te lo di sentí dolor,
el dolor áspero de una caricia sin amor,
de un beso sin sentimiento, sin nada.
Como estoy yo ahora, sin nada.
Tu también le hiciste 03 cortes,
03 cortes que significan 03 veces,
03 veces en que me dejé llevar,
03 veces en que creí.
Creí en lo que pudo ser y que nunca fué.
Y al ver la realidad los sueños de esta princesa se esfumaron
y la princesa que vivía en su mundo de fantasías no fue más,
no fue más princesa porque la realidad le quito sus sueños,
sueños que no eran mas que deseos que pedía el corazón.
Y todas sus lágrimas no fueron por su amor perdido,
ni por las heridas, ni por el dolor,
fueron porque encontró una lápida,
una lápida en la que se encontraba el amor.
Y lloró,
lloró porque lo único que había llenado su vida había desaparecido
y dejó su corazón como un ramo de dolor.
El amor no estaba más con ella
y al darle la espalda comprendió
que el asesino estaba ahí con ella
o, mejor dicho, en ella.
Fue ella quien asesinó al amor,
fue ella la que se rindió,
la que decidió esconderlo en esa tumba
cuando el amor le pedía a gritos que quería salir.
Y ella se negó,
se negó a seguir sufriendo por amor,
se negó a escuchar las súplicas.
Y esa princesita no fue mas princesa,
decidió dar media vuelta
y no mirar atrás
para no llorar por dejarlos atrás.
Por dejar atrás las 02 cosas más importantes de su vida,
todo el amor que ella tenía
y 01 corazon que le hacía compañía.
Y entonces sólo le quedaron los suspiros,
suspiros que se refugiaron en su alma vacía
y que lo único que hacían era recordarle a esa persona,
esa persona a quien le entregó todo,
esa persona por quien decidió dejar de luchar,
porque un suspiro no es más que el aire que te sobra por la persona que te falta.
Los cortes que yo hice fueron con precisión
para ver lo que había dentro de ese frágil corazón.
Los cortes que tu hiciste también fueron con precisión
para que bastaran sólo esos,
sólo esos para ver desarmado mi pobre corazón,
un corazón hecho pedazos
un corazón que ya no quiere sentir,
corazón que se quedó junto a la tumba del amor.

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